miércoles, 8 de abril de 2015

Y me cansé del 4 en vez de 3 en cines


No es raro que Hollywood se interese últimamente en las sagas que han vendido libros. 50 sombras de Grey, Divergente, los juegos del hambre, estos títulos son sólo algunos ejemplos recientes de sagas literarias que han sido llevadas al cine en una serie de películas, sin olvidar por supuesto el éxito que tuvo El Señor de los Anillos. Tampoco es raro que Hollywood quiera repetir una y otra vez la fórmula de una película o serie de éxito. Y no me refiero a la reciente moda de querer tener a los protagonistas de diferentes películas compartiendo un Universo común, un fenómeno que pusiera de moda Marvel Studios con el éxito de Avengers y que ahora copian Warner con los personajes de DC Comics y Universal Studios con Drácula y los demás "monstruos" del cine. Aunque eso también daría tela de donde cortar, en esta ocasión me refiero a la fórmula repetida en series como Crepúsculo, donde toman la última parte de la serie (en la mayoría de los casos, una trilogía) y la dividen en dos para poder sacarle una entrada más a los fans, con la excusa que necesitan esa película "extra" para poder contar todo lo que pasa en el final.

Según creo, esta fórmula y la de llevar al cine cuanta saga juvenil aparezca, tienen su origen en ningún otro que Harry Potter. La de Harry ha sido por lejos la saga de mayor éxito (ocho películas en total y me las vi todas en cine) y fue quien primero dividió ese capítulo final en dos. Aunque el resultado no fue malo, si se resiente un poco el ritmo y es así como esa primera parte fue algo lenta, en la que la trama no avanzó tanto como se quisiera (tocaba dejar lo mejor para la segunda parte). Ahora, el libro en que se basó Las reliquias de la muerte (la última película de la serie de Harry Potter) tenía más de 400 páginas en letra no demasiado grande. Otras sagas juveniles no cuentan con tantas páginas ni tanta historia para llevar a la pantalla, por lo que partir en dos el capítulo final solo se traduce en una primera parte aburrida o así es como lo veo.

Lo siento Hollywood pero no voy a jugar ese juego. Me cansé de tener que pagar por cuatro películas cuando deberían ser tres. Los juegos del hambre, Divergente y (en su momento, la más descarada de todas al convertir en 3 peliculas de 3 horas una historia de 80 páginas) El Hobbit, serán películas que dejaré pasar por la sala de cine sin aventurarme a verlas. Quizás lo haga después en DVD, Blu-Ray o TV, eso si el consenso es que las películas son buenas, pero en cine, definitivamente no.

Por cierto, la tercera película de Avengers la van a dividir en dos partes pero bueno, son los Avengers y toda regla tiene su excepción, ¿verdad? ;)

Actualización 2023

Me había tardado en actualizar esta entrada, pero a estas alturas ya todos habrán de saber que esta moda de extender las películas solamente para poder sacarle más "jugo" a los libros de moda ha pasado factura a los estudios. Es así que la segunda parte del final de Divergente nunca fue realizada, dejando la historia inconclusa. Hay también otros ejemplos no directamente asociados a películas basadas en libros pero si a estrenos que deliberadamente contaban con realizar una secuela, que quedaron en el intento porque la película no recaudó la taquilla deseada. Quizás deberían tomar nota de producciones como El señor de los Anillos y Harry Potter, donde primero se rodaron las escenas de las películas, dejando pendiente solamente la post-producción, de forma que resulte al estudio más costoso cancelar que terminar las secuelas. Aunque claro, todo parte de contar con una buena historia y una narrativa visual que la respalde.