lunes, 18 de diciembre de 2017

La segmentación del “todos”

La semana pasada en Colombia se presentó un debate sobre el uso de la palabra “todos” y la exclusión del “todas” en el lema de la Alcaldía de Bogotá “Bogotá para todos", todo esto por cuenta de una acción de cumplimiento amparada en el acuerdo 381 de 2009 del Concejo, que establece que “todas las entidades públicas de carácter distrital deberán hacer uso del lenguaje incluyente”, lo que para uno de los jueces que ha participado en el proceso, significa cambiar el lema a algo como “Bogotá para todos y todas” (Ver artículo de eltiempo.com).


No entiendo es en qué momento “todos” pasó a ser una palabra “excluyente”. De acuerdo a la RAE, una de las definiciones de “todos” es:

9. todas las personas

“Todas las personas”, esto es, sin distinción de sexo o género. Para no dar más largas, propongo un experimento práctico: Tomemos un grupo de hombres y mujeres y démosle la orden “todos a la derecha”. Mi apuesta es que nadie quedaría a la izquierda. Sin embargo, al dar la orden: “todas a la derecha”, es seguro que los hombres quedarían a la izquierda y las mujeres a la derecha. Así las cosas, la palabra “todas” resultaría mucho más excluyente que su contraparte y la explicación del por qué, la encuentro realmente simple: El uso de “todos” (sin más acompañantes) hace referencia a una unidad. Por el contrario, “todos y todas” refiere a dos grupos separados que por cualquier razón, no se mezclan.

Hace algunos años, una escritora que leía casualmente explicaba que para evitar escribir continuamente “niños y niñas” usaba el carácter “@”, de forma que “niñ@s” significaba para ella “niños o niñas”. ¿Será entonces que la solución es proponer el lema “Bogotá para tod@s”? La cuestión es ¿y eso como se pronuncia? No tengo idea. Otra solución podría ser usar el lema en inglés, “Bogotá for All”, donde el “All” significa “todos o todas”, seguramente quien inventó el idioma inglés fue un visionario que se anticipó a un posible debate por exclusión de género.

En mi opinión, más que una decisión tomada con argumentos gramaticales o de contexto, pareciera que alguien vio la oportunidad de hacer “populismo de género” aprovechando una petición interpuesta por una ciudadana que quizás se sintió vulnerada y excluida por el lema de la Alcaldía. Quizá pudo evitarse este debate entendiendo que el “idioma incluyente” no se consigue separándonos a “unos” de las “unas” y que nada genera más exclusión que comenzar a usar “títulos” por separados para ellos y ellas.

Foto por Tim Marshall cortesía de https://unsplash.com/