El Papa Francisco durante su pontificado ha impulsado diversos cambios en los lineamientos de la Iglesia Católica. Una de sus “menores” (o “mejores” según se vea) propuestas la hizo el pasado 12 de junio, cuando aconsejó a los sacerdotes limitar la duración de los sermones durante las ceremonias litúrgicas a 8 minutos o menos. ¡Y vaya cambio! Antes de continuar, un brevísimo interludio para ponernos en sintonía y entender de qué va este cuento. Nos referimos por “sermón” a aquella reprimenda, discurso y/o conferencia, a veces incluso con aviso parroquial incluido, que se da en Misa luego de la lectura del Evangelio y que tiene por objetivo, en palabras del propio Papa Francisco, “ trasladar la Palabra de Dios del libro a la vida ” (citado de este artículo de aciprensa.com ). Aclarado este punto, continuemos... Recientemente estuve en la Basílica del Señor de los Milagros de Buga, en el departamento del Valle del Cauca en Colombia. Durante la Misa, pude constatar como esta directr...
Recientemente vi una noticia que me transportó a una tarde, hace mucho tiempo, cuando era más joven y contaba con menos canas (y no es que ahora tenga muchas tampoco). Esa tarde estaba en el colegio, en décimo de bachillerato, en una clase de matemáticas o estadística, los detalles son algo nebulosos. Lo que si tengo claro, fue lo que aconteció. Esa tarde nos entregaron los resultados de un examen escrito y cuando el profesor me llamó por mi apellido, cual era la costumbre de entonces como si estuviéramos en una academia militar y no lo estábamos, fui juicioso a recoger el examen y recibir así mi glorioso 8.5 (sobre una calificación de 10). Como era de esperarse no cabía de la dicha pues muchos habían reprobado el examen. Entre ellos, uno de mis amigos, a quien llamaremos Marroquín, y si, me lo acabo de inventar porque su verdadero nombre está entre los muchas detalles nublados de aquellos recuerdos. Como sea, Marroquín reprobó con un misero 2 y estaba, como muchos otros, muy inconfo...