En noviembre de 2013 el actor Paul Walker falleció en un lamentable accidente de auto. Por aquel entonces, Paul se encontraba a mitad de la filmación de la séptima entrega de Rápidos y Furiosos, que en su estreno este 2015 se convirtió en la película más taquillera de la saga (y la más taquillera del año aquí en Colombia).
Aunque lamenté como muchos el fallecimiento de este actor, en su momento no expresé lo que sentía. Confieso que no fui un fan acérrimo suyo ni de la serie aunque he disfrutado cada entrega (con excepción de la segunda, que me parece insoportable). Su abrupta partida me tocó el alma porque también perdí a un amigo hace mucho en un accidente de auto y como él, tenía mucha vida todavía por delante. Es triste cuando se van personas tan jóvenes y con talento para dar. Ahora finalmente tengo el ánimo y el tiempo para hacer un pequeño homenaje a Paul, adaptando algunas líneas de un artículo publicado en Mashable, donde se narran los últimos momentos de Rápidos y Furiosos 7.
Hasta siempre...
Brian levanta a su hijo Jack y le da vueltas en el aire, besándolo repetidamente.
"Hermoso", dice Román.
"Aquí es donde él pertenece", dice Letty.
"En casa. Es aquí donde el siempre ha pertenecido", dice Dominic.
"Las cosas van a cambiar", dice Román.
Dominic se levanta de su silla y se aleja.
"¿Ni siquiera vas a decir adiós?", le reclama Ramsey.
"Nunca es un adiós", responde Dominic.
Segundos después, Dominic conduce por la playa en su Dodge plateado, un autentico y duro auto americano. Cuando se detiene en un semáforo del camino, un exótico auto japonés blanco se pone en línea a su lado.
"Hey, ¿pensaste que podías irte sin decir adiós?", le dice Brian con una sonrisa.
Al cambio del verde en el semáforo, los que una vez pudieron ser rivales y que ahora son más que amigos, son familia, conducen por el camino costero de Malibú, uno al lado del otro. Dom está feliz.
"Yo solía decir que vivía mi vida un cuarto de milla a la vez", reflexiona Dom respecto a Brian. "Y esa es la razón por la que somos hermanos. Porque tú lo hiciste también".
En su mente, Dominic recuerda los momentos compartidos con Brian desde que lo conoció esa mañana en la cafetería que administraba su hermana Mía, cuando casi tuvo que darle una paliza. Y cuando corrió por primera vez contra ese tipo novato que a pesar de perder, reía porque desvariaba jactándose de que "casi" le ganó. De cuando se enteró que era policía, cuando casi le arrestó y cuando lo sacó de prisión. Pero más que nada, de cuando le dio la felicidad de ser tío. Fue ese el momento que finalmente definió su relación, cuando las palabras "somos familia" dejaron de ser una mera licencia poética.
"No importa donde estés, sea a un cuarto de milla o a medio mundo de distancia, siempre estarás conmigo y siempre serás mi hermano".
Los autos toman diferentes senderos en cuanto llegan a una bifurcación del camino. Dom continua por el camino principal, al encuentro de lo que el destino le tenga deparado, en tanto que Brian toma el sendero de la izquierda, que lo llevará al lugar donde su alma finalmente descansará en paz.
A casa.
"PARA PAUL"
Basado en el artículo How 'Furious 7' said goodbye to Paul Walker: A scene-by-scene breakdown
Aunque lamenté como muchos el fallecimiento de este actor, en su momento no expresé lo que sentía. Confieso que no fui un fan acérrimo suyo ni de la serie aunque he disfrutado cada entrega (con excepción de la segunda, que me parece insoportable). Su abrupta partida me tocó el alma porque también perdí a un amigo hace mucho en un accidente de auto y como él, tenía mucha vida todavía por delante. Es triste cuando se van personas tan jóvenes y con talento para dar. Ahora finalmente tengo el ánimo y el tiempo para hacer un pequeño homenaje a Paul, adaptando algunas líneas de un artículo publicado en Mashable, donde se narran los últimos momentos de Rápidos y Furiosos 7.
Hasta siempre...
Brian levanta a su hijo Jack y le da vueltas en el aire, besándolo repetidamente.
"Hermoso", dice Román.
"Aquí es donde él pertenece", dice Letty.
"En casa. Es aquí donde el siempre ha pertenecido", dice Dominic.
"Las cosas van a cambiar", dice Román.
Dominic se levanta de su silla y se aleja.
"¿Ni siquiera vas a decir adiós?", le reclama Ramsey.
"Nunca es un adiós", responde Dominic.
Segundos después, Dominic conduce por la playa en su Dodge plateado, un autentico y duro auto americano. Cuando se detiene en un semáforo del camino, un exótico auto japonés blanco se pone en línea a su lado.
"Hey, ¿pensaste que podías irte sin decir adiós?", le dice Brian con una sonrisa.
Al cambio del verde en el semáforo, los que una vez pudieron ser rivales y que ahora son más que amigos, son familia, conducen por el camino costero de Malibú, uno al lado del otro. Dom está feliz.
"Yo solía decir que vivía mi vida un cuarto de milla a la vez", reflexiona Dom respecto a Brian. "Y esa es la razón por la que somos hermanos. Porque tú lo hiciste también".
En su mente, Dominic recuerda los momentos compartidos con Brian desde que lo conoció esa mañana en la cafetería que administraba su hermana Mía, cuando casi tuvo que darle una paliza. Y cuando corrió por primera vez contra ese tipo novato que a pesar de perder, reía porque desvariaba jactándose de que "casi" le ganó. De cuando se enteró que era policía, cuando casi le arrestó y cuando lo sacó de prisión. Pero más que nada, de cuando le dio la felicidad de ser tío. Fue ese el momento que finalmente definió su relación, cuando las palabras "somos familia" dejaron de ser una mera licencia poética.
"No importa donde estés, sea a un cuarto de milla o a medio mundo de distancia, siempre estarás conmigo y siempre serás mi hermano".
Los autos toman diferentes senderos en cuanto llegan a una bifurcación del camino. Dom continua por el camino principal, al encuentro de lo que el destino le tenga deparado, en tanto que Brian toma el sendero de la izquierda, que lo llevará al lugar donde su alma finalmente descansará en paz.
A casa.
"PARA PAUL"
Basado en el artículo How 'Furious 7' said goodbye to Paul Walker: A scene-by-scene breakdown
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