Ir al contenido principal

Recordando

El otro día iba camino a mi auto, atravesando el solitario camino al parqueadero, cuando de la nada, un objeto cayó del cielo golpeando el suelo con fuerza. Lo primero que pensé fue “¡Por Dios! Casi me cae encima”. Luego, al acercarme, descubrí que se trataba de una torcaza (una pequeña ave nativa de estas tierras) que se había precipitado al piso, sin vida. Seguramente en medio de su vuelo fue víctima de un ataque cardiaco, especulé. Me dio mucha tristeza ver al pobre animalito morir solo, sin nadie que lo llorara y con la incertidumbre de si alguien, alguna vez, le recordará. La tomé y la deposité en un triste y sucio tarro de basura para que no quedara destripada por la llanta de alguno de los autos que por ahí transitábamos. Luego, casi que me olvidé del asunto.


Al día siguiente, iba con el resto de mis compañeros de oficina en la ruta del bus (no todos los días se puede ir en auto a la oficina). Había un trancón del carajo y el viaje se hizo eterno desde la oficina hasta la entrada de la ciudad, los autos se amontonaban como muchas otras veces y como ocurría en muchas de esas veces, al rato fue evidente la razón del retraso: Un accidente entre una moto y un furgón. “Otro motociclista caído”, pensamos muchos en el bus, sin darle mayor importancia. Habíamos visto tantas escenas similares durante los últimos años, que ya se habían vuelto algo común. Esta vez, sin embargo, sería diferente. En el bus comenzaron algunos susurros y llamadas desesperadas de las que solo me enteré hasta mucho después de bajarme, cuando una amiga me llamó a darme la noticia. En ese momento, al colgar la llamada, aquella escena ajena e intrascendente, adquirió un connotación completamente diferente, se volvió personal y dejó una mella en el corazón. Aquel extraño no era un desconocido del todo. Ese “motociclista caído” resultó ser un compañero nuestro, un amigo para muchos, una sonrisa que respondía siempre al saludo para otros. Era un joven, con muchas cosas por hacer, planes, sueños. Todo un mundo de posibilidades esfumadas en un breve instante, ya por imprudencia suya, del conductor del otro vehículo o de ninguno, porque a veces esas cosas simplemente pasan. En ese momento recordé la torcacita del otro día y en como los dos habían caído en medio de la nada, solos. La diferencia es que nuestro compañero fue luego asistido por amigos y familiares, fue llorado y estuvo acompañado durante su camino al que sería su lugar de reposo final. Sé que no hay consuelo en una vida que se pierde, pero al menos nuestro compañero y amigo será recordado y vivirá por siempre en quienes tuvieron la oportunidad de trabajar, jugar y compartir con él.

Descansa en paz, Esteban.

Foto por Alex Wigan, cortesía de https://unsplash.com/

Comentarios

  1. Qué buenas palabras para reflexionar!, un minuto en nuetra vida puede traer muchos desenlaces. LELB

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Compromisos y coherencia del gobierno Colombiano (COP26)

En la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático No. 26, celebrada en noviembre 2021 (COP26), Colombia se comprometió a: Reducir las emisiones de gases efecto invernadero en 51 % para el año 2030, ser un país carbono neutral para el año 2050. Por esto, resulta un poco incoherente que en enero de 2022 se anuncie con bombos y platillos que: El sector petrolero prevé que este año la inversión en exploración y producción de petróleo y gas ascenderá a los 4.400 millones de dólares, lo cual representa un aumento de 42 por ciento con respecto a lo registrado en el 2021. Es cierto que Colombia tiene un aporte bajo de gases contaminantes respecto a otros países (solo produce el 0.6 %), pero no por eso debería fomentar la explotación de petroleo, principal elemento responsable de la generación de estos gases, para su uso no solamente en Colombia sino también en otros países de este pequeño mundo. Ahora bien, no todo puede ser malo y algunas acciones y promesas result...

Sermones eternos o breves, ¿qué prefieres?

El Papa Francisco durante su pontificado ha impulsado diversos cambios en los lineamientos de la Iglesia Católica. Una de sus “menores” (o “mejores” según se vea) propuestas la hizo el pasado 12 de junio, cuando aconsejó a los sacerdotes limitar la duración de los sermones durante las ceremonias litúrgicas a 8 minutos o menos. ¡Y vaya cambio! Antes de continuar, un brevísimo interludio para ponernos en sintonía y entender de qué va este cuento. Nos referimos por “sermón” a aquella reprimenda, discurso y/o conferencia, a veces incluso con aviso parroquial incluido, que se da en Misa luego de la lectura del Evangelio y que tiene por objetivo, en palabras del propio Papa Francisco, “ trasladar la Palabra de Dios del libro a la vida ” (citado de este artículo de aciprensa.com ). Aclarado este punto, continuemos... Recientemente estuve en la Basílica del Señor de los Milagros de Buga, en el departamento del Valle del Cauca en Colombia. Durante la Misa, pude constatar como esta directr...

Los 4 fundamentos del yo sano

Recientemente tuve la oportunidad de asistir a una charla sobre  “ los secretos de los padres que crían hijos felices ” y aunque creo que en estos tiempos pos pandemia volver a ese vieja realidad de charlas presenciales puede parecer obsoleto, debo reconocer que el impacto es mucho mayor y que el mensaje se transmite mucho mejor que a través de la pantalla de un celular o de un portátil. Como fuere, la charla nos condujo a la conclusión de que la mejor forma para tener hijos felices es ser padres efectivos y un paso más que necesario para lograr esa meta es el de tener un “yo” sano, emocionalmente hablando (la parte física por supuesto también es importante y necesaria, pero ese apartado no estuvo dentro del alcance de la charla). Así las cosas, la conferencista Claudia Denisse Flechas nos hizo la presentación de los 4 fundamentos del yo sano . Vamos, que esto no se trata de una nueva ideología o teoría cuántica que va a revolucionar nuestra concepción del Universo o tal vez si,...